Ahorrar con vistas a la jubilación. No es una opción, empieza a ser
un requisito indispensable para garantizar un mínimo poder adquisitivo
después de la etapa laboral. Sin embargo, los hábitos de ahorro en
planes de pensiones no siempre son los más recomendables . Según el
último informe realizado por Abante Asesores, aquellas personas que sólo
realizan aportaciones para su jubilación en diciembre están haciéndolo
casi cuatro puntos porcentuales más caro que si las efectuaran durante
el resto de meses del año. Estos datos, extraídos a partir de los
precios medios de cierre anuales y de diciembre, arrojan una pérdida de
rentabilidad evidente para unos partícipes que suelen dejarse llevar por
las campañas de final de año de las entidades.
Abante, que a
través de su estudio retrata la industria de los planes de pensiones con
sus luces y sombras, insiste en la necesidad de realizar ingresos
periódicos a lo largo del año para optimizar la inversión. Otro de los
puntos que subraya es la necesidad de que los partícipes asuman riesgos
en su inversión y, para ello, no hay más camino que tomar posiciones en
renta variable, un activo “despreciado” en opinión de estos asesores.
Según apuntan los últimos datos de Inverco, casi un 60% de los planes
contratados en España están referenciados a renta fija (consultar
gráfico adjunto). “En los próximos años y en el marco actual, la
rentabilidad esperada para estos productos es cercana a cero. Por ello
se impone la necesidad de que los inversores replanteen la elección de
los planes que les ayudarán a lograr sus objetivos”, señalan desde
Abante. El contraste entre los planes de pensiones vinculados a renta
fija y variable sigue siendo evidente, con un 59% del patrimonio bajo
gestión vinculado a los primeros, un 26% a los segundos y un 18% a
aquellos que invierten en activos del mercado monetario.
“Un
inversor que empiece a ahorrar con 45 años y destine 10.000 euros
anuales con la expectativa de gastar 20.000 euros anuales tras los 67
años puede encontrarse con un problema”, aseguran los expertos. En este
punto el retorno esperado de los activos que escoja pasan a ser clave.
“Si invierte en productos de baja rentabilidad (un 2% de media anual)
obtendrá, además de lo que ahorre, unos rendimientos de 82.000 euros.
Con sus pretensiones de gasto tras su etapa laboral se quedaría sin
ahorro a los 80 años”, afirman.
Frente a este escenario, si el
ahorrador escoge un producto que implique mayor riesgo, pero que genere
un rendimiento medio del 6% -en un entorno de inflación media del 2%-
podrá obtener unos intereses de 287.000 euros, que le permitiría estirar
su ahorro hasta los 95 años. En este sentido, desde Abante creen que
los inversores deben modificar sus criterios a la hora de elegir sus
productos y desechar la idea de que “sólo son válidas aquellas opciones
en las que pesan exclusivamente los criterios fiscales y la huída de
todo riesgo”. Los últimos datos de VDOS Stochastics apuntan a que sólo
un 30% de los productos de ahorro previsión tienen exposición a renta
variable
Adelantar el ahorro a los 30 años
Otro de los
aspectos que estos asesores insisten en subrayar es la necesidad de
adelantar el comienzo del ahorro para complementar una posible pensión
pública en el futuro. En concreto, el umbral que manejan desde Abante
son los 30 años, frente a los 45 a los que buena parte de los
ahorradores comienzan a contratar algunos de estos productos.
Los
asesores también ponen en relieve la escasa aceptación que tienen los
planes de pensiones, que en buena parte de los casos generan recelo
entre los inversores y no ofrecen una gestión adecuada para sus
clientes. Frente al buen hacer de los fondos de inversión en los últimos
meses, los planes de pensiones continúan experimentando salidas de
capitales y entre enero y agosto han perdido 327 millones de euros en
aportaciones netas. El contraste es también perceptible a la hora de
analizar el sector desde el año 2008. En este periodo, el número de
productos en el mercado ha aumentado en un 16% mientras que el número de
personas que invierte en estos activos ha caído en un 10% hasta los 7,7
millones.